Una casa blanca, negra y amarilla
Hoy en el blog, nos colamos en un precioso apartamento de tan solo 45 m2 en el centro de Praga. Como veis han mantenido algunas paredes en ladrillo blanco, que combinado con el suelo en madera, en una tonalidad oscura preciosa, llena de personalidad la vivienda.
El resto de la decoración en amarillo y negro, en todos los espacios, unifica visualmente las diferentes estancias. Además, la alfombra en tonos agua aporta un toque diferente y fresco que, personalmente me encanta. ¿Qué os parece a vosotros? A mi siempre me ha costado ver el amarillo integrado en la decoración, pero en esta casa lo han conseguido, y me encanta el resultado!!