Como elegir la alfombra perfecta. Parte II
Al elegir una alfombra, ten en cuenta la decoración de la estancia. Haz que coordine con mobiliario, tapicerías y cortinas. Si los demás textiles son estampados, escoge una lisa para no recargar el espacio. Si predominan los tejidos lisos, puedes seguir con la misma línea sencilla o escoger un diseño de flores, de formas geométricas…
En el pasillo, un truco ideal
Al ser una zona que, generalmente, tiene menos luz natural que el resto de la casa, una alfombra clara ayudará a que se vea menos oscuro. Para que parezca más profundo, coloca una sola. Y si es muy largo y estrecho, combinar varias ayudará a “acortarlo” visualmente. Juega con las formas para que el conjunto sea más alegre.
¿Pelo largo o pelo corto?
El pelo largo ofrece una superficie más mullida y transmite mayor sensación de comodidad y calidez. Sin embargo, estas alfombras se convierten en unos auténticos “atrapapolvos”, por lo que necesitan una limpieza más frecuente, casi diaria, y las manchas son más complicadas de eliminar. Si te decides por una alfombra de pelo largo, colócala en una zona de uso poco frecuente a la que quieras dar un aire acogedor, como un rincón del salón.
Acierta con las medidas
El tamaño de la alfombra es tan importante o más que su color o su diseño. En la zona de estar, debe guardar proporción con los sofás y sobresalir unos centímetros por cada lado. En el comedor, lo ideal es que supere el perímetro de la mesa entre 50 y 80 cm por cada lado, para que todas las sillas estén situadas dentro de sus límites.
En salones espaciosos puedes elegir alfombras grandes. Cuanto más pequeña sea la estancia menos recargada deberá ser la decoración. En espacios pequeños lo mejor para no saturar son alfombras de tejido fino, lisas y de tonos suaves.
Color del suelo y pared
Color de suelos. En estancias con suelos oscuros elegiremos una alfombra de color beige o colores claros para dar mucha luminosidad. Si, por el contrario, el suelo de la estancia es claro podremos darle fuerza con una alfombra más colorida.
Color de paredes. Las paredes blancas y nude en tonos suaves admiten alfombras de todo tipo, lisas y de colores claros para un ambiente minimalista; o estampadas, de pelo y coloridas para un estilo más pop. Las paredes oscuras o recargadas con cuadros,fotos, espejos, agradecerán suelos despejados, con alfombras ligeras.
La magia del color
Parece mentira cómo el color de la alfombra puede transformar una estancia. Los tonos cálidos transmiten confort y energía, mientras que los llamados “fríos”, como el azul, el verde o el lila, consiguen que los ambientes resulten más relajantes. Los colores claros y neutros proporcionan amplitud al espacio, pero se ensucian más.